Justicia y Seguridad / Seguridad vial /

Prevención y concientización

Con el objetivo de actuar en la prevención de siniestros viales, la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), recuerda que es fundamental tener en cuenta en todo momento algunas consideraciones básicas sobre conducción segura.

Velocidad máxima

El exceso de la velocidad es una de las principales razones por las cuales se producen siniestros viales con consecuencias muy graves para los ocupantes del vehículo. Una velocidad elevada no permite maniobrar a tiempo ni evitar el impacto contra otros vehículos u objetos. Una velocidad excesiva deja sin efecto otros sistemas de protección como por ejemplo el cinturón de seguridad o air bag.

La velocidad debe ser adecuada a las circunstancias y a la vía por la que circulamos. La legislación establece que en zona urbana la velocidad máxima en calles es de 40 km/h. y en avenidas 60 km/h . En rutas es de 110 km /h. para autos, camionetas y motos; de 90 km/h para microbús, ómnibus y casas rodantes motorizadas; de 80/h para camiones y automotores con casa rodante acoplada. En semiautopistas es de 120 km/h para motocicletas y automóviles; de 110 km/h para camionetas; de 90 km/h para microbús, ómnibus y casas rodantes motorizadas; de 80km/h para camiones y automotores con casa rodante acoplada. En autopistas la máxima permitida es de 130 km/h para autos y motos; de 110 km/h para camionetas; de 100 km/h para microbús, ómnibus y casas rodantes motorizadas y 80 km/h para camiones y automotores con casa rodante acoplada.

Se deben respetar siempre los límites máximos y adecuar la marcha del vehículo a las condiciones de la vía y del ambiente.

Límites máximos especiales

En las encrucijadas urbanas sin semáforo: la velocidad precautoria, nunca superior a 30 km/h; en los pasos a nivel sin barrera ni semáforos: la velocidad precautoria no superior a 20 km/h y después de asegurarse el conductor que no viene un tren; en proximidad de establecimientos escolares, deportivos y de gran afluencia de personas: velocidad precautoria no mayor a 20 km/h, durante su funcionamiento; en rutas que atraviesen zonas urbanas, 60 km/h, salvo señalización en contrario.

Límites especiales

Mínimos: En zona urbana y autopistas: la mitad del máximo fijado para cada tipo de vía; y en caminos y semiautopistas: 40 km/h, salvo los vehículos que deban portar permisos, y las maquinarias especiales.

Señalizados: Los que establezca la autoridad del tránsito en los sectores del camino en los que así lo aconseje la seguridad y fluidez de la circulación.

Promocionales: Para promover el ahorro de combustible y una mayor ocupación de automóviles, se podrá aumentar el límite máximo del carril izquierdo de una autopista para tales fines.

Cinturón de seguridad

El cinturón es el elemento más importante para la seguridad pasiva porque es el freno del cuerpo en caso de impacto, tanto para el conductor como para el resto de los pasajeros. Evita que el cuerpo se desplace excesivamente en caso de impacto frontal y choque contra el volante, el parabrisas o los asientos delanteros. Los brazos y las manos no pueden sostener a una persona en caso de chocar de frente. Aún a bajas velocidades, las fuerzas que actúan sobre el cuerpo son imposibles de contrarrestar si el vehículo se detiene súbitamente.

Es importante destacar que su uso es obligatorio dentro de la ciudad, sin importar si el trayecto a recorrer es corto. Su uso se exige para todos los ocupantes del vehículo. Quienes viajan en los asientos traseros sin cinturón tienen muchas probabilidades de salir despedidos si el vehículo fuera embestido, volcara o girara bruscamente. Estos pasajeros pueden aplastar a las personas que viajan en los asientos delanteros aunque estos últimos lleven el cinturón correctamente abrochado. En el caso de las mujeres embarazadas, la banda vertical debe ubicarse entre el busto y la banda abdominal debe estar ajustada lo más posible a la región pélvica, para evitar toda presión sobre el abdomen.

Consumo de alcohol

El alcohol afecta las capacidades para conducir un vehículo y está presente en un importante número de siniestros viales. Sus principales efectos incluyen: interferir en la visión, el seguimiento de una trayectoria, los tiempos de reacción, las habilidades psicomotoras. Crea un falso estado de euforia, seguridad, optimismo y confianza en sí mismo, produce fatiga y somnolencia.

Los máximos efectos del alcohol se producen una hora después de haber ingerido la última copa. Dependiendo de la cantidad ingerida el tiempo de eliminación puede llevar hasta 24 hs.

Dosis permitidas por ley: 0,50 gramos para conductores de automóviles; 0,20 gramos para motovehículos y 0 gramos para conductores de vehículos de transporte de pasajeros y de menores, de cargas y maquinaria especial.

Fatiga

Si realiza una tarea durante demasiado tiempo el rendimiento empezará a disminuir y no podrá cumplirla eficazmente. Esto es lo que sucede cuando se conduce durante muchas horas, por eso la fatiga se relaciona con la siniestralidad, ya que con el tiempo las capacidades para circular con seguridad van disminuyendo gradualmente.

La fatiga puede ser una consecuencia de conducir durante periodos muy extensos, pero también se ve potenciado por posturas de manejo incómodas o si el estado psicofísico del conductor no es el óptimo (posee prisa, estrés, ansiedad).

Los síntomas más notorios son cambios de postura frecuentes, estiramientos, bostezos y movimientos de las manos, tales como rascarse o colocar una mano sobre la pierna

Ante un viaje se recomienda descansar, habiendo dormido un mínimo de 8 horas. Durante el viaje, parar cada dos horas para estirar las piernas, distraerse y relajarse.

Distracciones

Las distracciones están presentes en una cantidad importante de siniestros de tránsito ya que provocan que el conductor desvíe su atención del acto de la conducción y se exponga a riesgos que no percibe.

Para mantener la atención concentrada en la conducción se recomienda:

  • Comenzar el viaje descansado y parar cada dos horas durante el trayecto.
  • Mantener el habitáculo interno aireado, libre de humo de cigarrillo.
  • Ante los primeros síntomas de sueño parar a descansar.
  • No atender ni realizar llamadas al celular ya que el tono y tema de la conversación generan una gran distracción mientras se conduce.
  • No enviar ni leer mensajes de texto. Para ello, detenerse en un lugar seguro.

Conducción con niebla

La niebla es uno de los factores climáticos más riesgosos ya que disminuye dramáticamente la visibilidad y requiere del conductor una extrema atención y dominio de la situación antes de ingresar a un banco de niebla y mientras se transita dentro de él. En el caso de que sea inevitable la conducción en presencia de niebla, se recomienda tener en cuenta algunas pautas para la conducción:

  • Encender siempre las luces bajas y las luces antiniebla; asimismo se aconseja no usar luces altas ya que puede encandilar a otros conductores o generar un efecto de espejo y acortar el campo visual.
  • Reducir la velocidad al ingresar a un banco de niebla pero no de manera brusca sino en forma paulatina; y aumentar la distancia con el vehículo de adelante.
  • Al transitar por un banco de niebla, no encender las balizas, éstas sólo deben ser usadas en el caso de la detención del vehículo en la banquina. Un automóvil con balizas en la ruta significa "detenido", pudiendo ocasionar siniestros para conductores que no prevén su movimiento.
  • Detenerse sólo si se dispone de una zona segura. En autopista o rutas señalizadas, si se ven dos “V” invertidas, se recomienda no superar los 60 km. y si se percibe una sola “V”, no se deben sobrepasar los 40 km.
  • Evitar los adelantamientos.
  • Mantener limpios los parabrisas.